Studio Ghibli causó un revuelo con la última polémica acerca de capitalizar y emular su arte por medio de la IA, no obstante, la casa de animación siempre ha tenido momentos caóticos y El cuento de la princesa Kaguya, una de las entregas más tradicionales y folclóricas, no es la excepción. Ahora, que está siendo proyectada en los cines de México, consideré que era oportuno brindarle más espacio que, el ir a verla a las salas de cine o proyectarla en casa.
A final de cuentas, los filmes están en las plataformas para verlos incansablemente, y como un buen libro, siempre nos ofrecerán más cosas que las que esperábamos o pensábamos que ya sabíamos de los diferentes títulos y esto es particular en los filmes de Studio Ghibli que siempre tienen una postura crítica en diferentes aspectos, desde lo estético hasta lo ideológico.
El caso de El cuento de la princesa Kaguya es aún más especial, debido a que encuentra su núcleo en la tradición folclórica del Japón. La historia se basa en una leyenda que explica los orígenes simbólicos de uno de los lugares más sagrados y queridos de Japón: el monde Fuji.
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El cuento de la princesa Kaguya se basa esencialmente en el mito originario de la cultura japonesa que lleva por nombre El cortador de bambú.
Todo lo que debes saber de El cuento de la princesa Kaguya, uno de los filmes más importantes de Studio Ghibli
¿Cuál es el origen de El cuento de la princesa Kaguya?
El cortador de bambú, una leyenda del folclore japonés, cuenta la historia de un campesino que encuentra a una bebé en un tallo de bambú. No tiene hijos y por ello, lleva a la bebé con su esposa, la crían, en tan sólo tres meses, la bebé es una señorita en forma y todos se fijan no sólo en su evidente belleza, sino es su espíritu transparente y puro.
Ella llama la riqueza y su padre se hace rico rápidamente, así que consigue darle lo mejor a su hija que pronto es conocida como la princesa Kaguya, en su nombre se impregna la “noche resplandeciente”. El campesino consigue oro del suelo, literalmente; la gracia de Kaguya la eleva en todo sentido.
Pronto, los pretendientes quieren poseer a Kaguya, pero ella, hábilmente, logra franquearlos al pedir prendas y objetos míticos, para que los caballeros fallen o desistan. Esto funciona, hasta que el mismísimo emperador la anhela. Sin embargo, después de varios momentos icónicos, al igual que los demás pretendientes, desiste.
No obstante, intercambia cartas con Kaguya y de esta forma, se enamoran mutuamente. Pronto, la doncella no puede ocultar que es una forastera del reino lunar y llegó al mundo a expandir cierto conocimiento acerca de la moral y el principio de la ideología social y cultural japonesa —por un lado, la sombra como velo de lo oculto, lo bello y la protección para lo verdaderamente importante (Kaguya suele convertirse en sombra); y por otro, la importancia de la fugacidad de la vida y lo hermoso que es esto en sí mismo—.
Kaguya mira a la luna y sabe que, los habitantes y compañeros de otra parte del mundo, vendrán por ella con un ejercito imperial, para llevarla de regreso a donde pertenece, pese a que muchas personas, incluido el ejercito del rey, intentan evitarlo, son fácilmente derrotados por las personas del reino original de la princesa.
Sin embargo, antes de irse, Kaguya le escribe una carta en la que explica varias cuestiones al emperador y en donde también, añade el elixir de la inmortalidad. No obstante, para este momento, la fábula ha proclamado en toda forma, la importancia, belleza y complejidad de la caducidad de la vida, por lo que, el sabio emperador rechaza el elixir y lo “destierra” al monte Fuji, el más alto y bello de Japón, donde reposó la última prenda de la princesa Kaguya.


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¿Por qué es importante en pleno siglo XXI recordar la ‘moraleja’ de El cuento de la princesa Kaguya?
Desde luego, no hay ‘fábula’ ni ‘moraleja’ del modo en que se conoce en occidente, a final de cuentas, los géneros y las narraciones tienen un sello cultural que se estructura en la ideología que responde a las diferentes sociedades en los distintos lugares del mundo y lo que se buscaba tanto explicar como exponer y proponer para modelizar a las comunidades.
La belleza de la fugacidad de la vida, el declinar los puestos de mayor status por dinero (y demás) y el no vivir de la imagen son cosas que definitivamente nos conviene recordar en momentos tan turbios para la modernidad que se rige en el capital, las apariencias y los status.
Kaguya no sólo demuestra que hay que mantenerse fiel a nuestros orígenes, sino que proclama que hay que apreciarlos, además de crecer en libertad y ejercer el desapego cuando es necesario. También propone una relación particular con los padres, pero no desjerarquiza, simplemente matiza las cuestiones de respeto y de poder que son saludables para cualquier tipo de vínculo.
El cuento de la princesa Kaguya es más vigente que en el siglo X, como se dató, es uno de los primeros registros en prosa de la literatura nipona. Es interesante cómo podemos reevaluar la nitidez de las ideas que propone y que no sólo rigen las estructuras sociales y culturales japonesas en la modernidad, sino los alcances que podemos concebir para nuestras diferentes culturas contemporáneas, en plenas crisis éticas, políticas y sociales.


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Más acerca de El cuento de la princesa Kaguya. ¿Dónde ver?
Actualmente, El cuento de la princesa Kaguya está disponible en la plataforma de Netflix, puedes verla aquí. La película tiene una duración de dos horas con diecisiete minutos. Fue dirigida por Isao Takahata, uno de los cuatro fundadores de Studio Ghibli.
La música estuvo a cargo de Joe Hisaishi. Mientras que el guión estuvo a cargo del mismo Isao Takahata en colaboración con Riko Sakaguchi.
La dirección artística estuvo en manos de Kazuo Oga (Ciudad malvada, 1987; Ashita no Joe, 1980; Mi vecino Totoro, 1988). Cabe destacar que es un estilo particular, aún dentro de la idea del ‘estilo de Studio Ghibli’.
El cuento de la princesa Kaguya se lanzó en 2013 y se considera una adaptación folclórica de la leyenda El cortador de bambú, sin embargo, el filme otorgó una perspectiva enfocada en la princesa desde el primer momento, lo que da un giro esencial, que se nota desde la titulación ejemplar. Se considera una adaptación de fantasía y drama.
El cuento de la princesa Kaguya es la vigésima primera producción de Studio Ghibli. Y actualmente está en cartelera de cines de México.
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